Vistas:0 Autor:Editor del sitio Hora de publicación: 2024-11-10 Origen:Sitio
La generación de energía fotovoltaica (PV) es una tecnología que convierte directamente la energía luminosa en energía eléctrica utilizando el efecto fotovoltaico en la interfaz del semiconductor. Consta principalmente de tres componentes principales: paneles solares (módulos), controladores e inversores, y las partes principales están compuestas por componentes electrónicos.
Principio: Cuando la luz del sol incide sobre materiales semiconductores (p. ej., silicio), la energía del fotón se transfiere a los electrones dentro del semiconductor, lo que hace que pasen a ser electrones libres y generen una corriente eléctrica. Las células solares están conectadas en serie, encapsuladas para protección y combinadas para formar grandes módulos solares. Estos, combinados con controladores de potencia y otros componentes, constituyen un sistema de generación de energía fotovoltaica.
La generación de energía fotovoltaica distribuida se refiere a sistemas fotovoltaicos construidos cerca del sitio del usuario, caracterizados por el autoconsumo de la energía generada por el lado del usuario, con el exceso de electricidad inyectado a la red y los ajustes del equilibrio gestionados dentro del sistema de distribución.
Características detalladas:
Composición del sistema: Un sistema fotovoltaico distribuido incluye principalmente módulos fotovoltaicos, soportes de montaje de conjuntos, cajas combinadoras de CC, gabinetes de distribución de CC, inversores conectados a la red, gabinetes de distribución de CA y dispositivos de monitoreo y protección relacionados.
Características:
Salida de energía más pequeña: Normalmente, la potencia de los sistemas fotovoltaicos distribuidos oscila entre unos pocos kilovatios y varios megavatios. En comparación con las plantas de energía fotovoltaica centralizadas a gran escala, los sistemas fotovoltaicos distribuidos son más adecuados para las demandas de energía descentralizadas.
Consumo in situ: La electricidad generada por sistemas fotovoltaicos distribuidos se consume principalmente in situ, lo que reduce las pérdidas de energía durante la transmisión y mejora la eficiencia energética.
Construcción flexible: La ubicación y escala de la instalación se pueden ajustar según los diferentes escenarios de aplicación y las necesidades del usuario. Estos sistemas se pueden instalar en tejados, fachadas de edificios o cocheras, utilizando eficazmente espacios inactivos sin ocupar grandes superficies de terreno.
Acceso de baja tensión: Normalmente conectado a la red a niveles de voltaje de 35 kV o menos, el proceso de conexión es más simple y tiene un impacto mínimo en la red, al tiempo que alivia la presión del suministro de energía en áreas localizadas.
Escenarios de aplicación:
Edificios urbanos: Los sistemas fotovoltaicos distribuidos se pueden instalar en los tejados de edificios comerciales, fábricas industriales y casas residenciales en las ciudades, satisfaciendo parcial o totalmente sus necesidades eléctricas y reduciendo los costos de energía.
Zonas Rurales: Pueden servir como complemento esencial al suministro de energía rural, proporcionando electricidad para uso residencial, industrias de pequeña escala y riego agrícola, promoviendo el desarrollo económico rural.
Áreas remotas e islas: En regiones donde las redes eléctricas tradicionales luchan por satisfacer la demanda de electricidad, los sistemas fotovoltaicos distribuidos ofrecen electricidad confiable para los residentes y la infraestructura locales, mejorando las condiciones de vida y de producción.
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